Detenido-desaparecido el 14 de junio de 1977.
El Hermano Mauricio Silva, nació en Montevideo, Uruguay. Muy joven ingresó a la Congregación de los Salesianos en su país, concluyendo sus estudios en la Argentina.
En el año 1970, inició el noviciado en la Fraternidad, porque acordaba con la parte esencial de la vocación de los Hermanos del Evangelio para seguir a Jesús de Nazareth y el ideal de Carlos de Foucald: "Vivir con los pobres y como los pobres". “Enraizarse y comprometerse con el momento histórico del Continente.”
En esta dirección, en el conventillo existente en esa época, funcionó la FRATERNIDAD DE MALABIA, desde el año 1974 hasta 1977.
Desde sus inicios, Mauricio, ingresó como empleado Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, desempeñándose como barrendero. Fue la última comunidad de Los Hermanitos en la Argentina.
Rescatar la memoria de la esperanza y la alegría de la vida de nuestros hermanos y hermanas desaparecidas/os, con sus luchas y sus sueños es tarea ineludible y de fecundidad indudable.
El 14 de junio de 1977, a los 52 años, es secuestrado, mientras barría la esquina de Magariños Cervantes y Terrero.
Ese día, 14 de junio, fue declarado el "Día del Barrendero" por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires en el 2003 y a nivel Nacional en 2014, en homenaje a los trabajadores del Corralón Municipal de Floresta: Mauricio Silva, Julio Goitia y Néstor Sammartino, desaparecidos durante la última Dictadura Cívico Militar.
Todos los años se realizan actos y homenajes en distintos puntos de Buenos Aires junto a familiares ,compañeras /os, sobrevivientes con la participación de trabajadores y diversas organizaciones, en diferentes espacios tales como: el Corralón de Floresta , el Centro Comunitario “ Nuestra Señora de Luján ”, Barrio Las Heras en Mar del Plata, la Plaza de Constitución o La Estación, la Iglesia Inmaculada Corazón de María (Claretianos), celebrada por el padre Toto, de la Villa de Barracas, y concelebrada con obispos últimamente.
Permanente búsqueda de justicia
En declaraciones posteriores a los juicios de lesa humanidad, un sobreviviente reconoció haber visto al Hermano Mauricio, en el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio El Atlético. Este testimonio permitió iniciar la segunda querella por su desaparición, bajo la representación del abogado Pablo LLonto.
QUERIDO HERMANO MAURICIO DEMOSTRASTE EN TU PRÁCTICA QUE OTRA IGLESIA ES POSIBLE.