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Historias de vida

Jorge Alberto Ferracani Petunchi

Secuestrado frente a su lugar de trabajo el 30/10/76. Vivía en Palermo, Bonpland entre Charcas y Paraguay. 

 

Jorge Alberto Ferracani, “el Flaco”, por obvias razones. Secuestrado frente a su lugar de trabajo el 30/10/76 Vivía en Palermo, Bonpland entre Charcas y Paraguay. Uno de mis tres compañeros de promoción del Otto Krause, 6 E 1 – 1973 desaparecidos por la dictadura cívico- militar. 
Se me ocurre que describir al Flaco como persona es casi como pintar una época muy particular de la vida cultural en nuestra ciudad. Me veo con él y el resto de la barra deambulando por los cines de la calle Corrientes: Lorraine, Losuar, Lorca, Arte, el SHA, como le decíamos. Allí disfrutábamos a Fellini, Buñel, Antonioni y Kubrick, por citar algunos.
Su pasión por el cine, la fotografía y la música fue producto de su entorno familiar. Su padre , cantante lírico, trabajaba en el teatro Colón y era cinéfilo. Coleccionaba películas de 16 mm y tenía muchos discos con bandas sonoras y efectos especiales.
Recuerdo, especialmente, haber visto un corto de Carlos Gardel en 16 mm, una joya de su padre.
Fue en su casa donde conocí la obra de Joan Manuel Serrat con el disco “Mediterráneo”. Lo mismo para “Libertango” de Piazzolla. Todavía conservo en mi casa dos vinilos suyos: uno de Piazzolla con su conjunto 9 y el histórico “El lado oscuro de la Luna” de Pink Floyd. 
Si hay un film que marca su presencia muy fuerte en mis recuerdos es “El graduado” con su inolvidable banda sonora de Simon y Garfunkel. Por supuesto él tenía el disco que escuchábamos constantemente. 
Años después de su desaparición, fui a visitar a sus padres, subí por la escalera hasta el segundo piso y al llegar a la puerta de su departamento sentí que escuchaba “Los sonidos del Silencio”, la canción que más asocio con El Flaco. 
Las primeras actividades que tuvimos como grupo en el Otto Krause era organizar los típicos bailes para recaudar fondos que se hacían en aquellas épocas. Allí sonaban Santana y Creedence Clearwater Revival., por ejemplo.
Teníamos un amplificador casero, y utilizábamos dos Wincofón como bandejas.Éramos los Disk Jockey mezclando discos prestados. 
Un gran avance fue incorporar un grabador de cinta abierta con música obtenida de las primeras FM. 
Ya en 1972, es cuando comienza la etapa de militancia. La llamada Ley Fantasma, que afectaba las incumbencias de los estudiantes técnicos originó las primeras marchas a plaza de Mayo y toma de escuelas. 
El objetivo era muy concreto y eso marcó definitivamente a quienes estaban dispuestos a participar políticamente. 
Hicimos varios viajes de mochileros al norte y al sur. Al último de ellos, por la zona de San Martín de los Andes y Bariloche, el Flaco fue con su compañera Flori, quien afortunadamente volvimos a ver después de 39 años. 
Ya en ese viaje realizado con compañeros universitarios alternábamos la aventura, la diversión y largas charlas o debates ideológicos. 
Allí es donde aparece la música latinoamericana comprometida con los ideales del momento. 
Jorge era uno de los fotógrafos del grupo y, por fortuna, hemos podido conservar alrededor de 900 diapositivas que hoy ya son históricas. Siempre recalco que el hecho de que no se hayan perdido es una consecuencia directa de nuestra conciencia colectiva. Las fotos eran de todos y quiso el destino que hayan quedado en mi casa circunstancialmente. 
No tuvimos la misma suerte con las filmaciones en Super 8, que hasta el momento están perdidas por algún mal entendido. Solo quedan algunas pequeñas colas. Recuerdo al Flaco compaginado las películas en la moviola de su casa. 
Era un tipo muy divertido, siempre se escuchaba alguna carcajada suya. 
Una faceta muy particular de Jorge era su interés por divertir a los pequeños, a tal punto que alguna vez se dedicó a animar fiestas infantiles. En aquellos momentos, Pipo Pescador era su ídolo.
En su casa organizaba reuniones inolvidables con compañeros universitarios cuando ya corrían tiempos difíciles. Nos divertíamos mucho con la música del piano de su casa, ya que uno de los chicos tocaba como los dioses.
Alguna vez alguien se quebró cuando tocamos una canción que le recordó a un amigo secuestrado unos días antes. 
Todavía no imaginábamos la magnitud de lo que vendría. 
Trabajaba en un laboratorio fotográfico, donde hizo una ampliación de una diapositiva con mi imagen de mochilero en el Lago Argentino. Aún conservo este tesoro de aquellos tiempos. 
Mi últimos recuerdos de nuestra amistad se remontan a las actividades que compartí con él en el Centro de Estudiantes de la UTN.
El 30 /10/76 fue secuestrado en su lugar de trabajo y no supimos más de él.

Pasaron años y los que quedamos elaboramos de distinta manera su ausencia y todo lo que significa esta circunstancia tan dura. Es un tema para extenderse en otra oportunidad. 
Recién en 2010 se fue concretando el ejercicio de la memoria en nuestra escuela, el industrial Otto Krause. 
A partir de allí se fue consolidando el trabajo colectivo con los alumnos, docentes, familiares, egresados y amigos de nuestros desaparecidos. 
El 22 de Marzo de 2013, fueron colocadas 20 baldosas en la vereda del Otto Krause. Allí, con su hermana Mónica presente, dejamos el testimonio de sus seis años en el lugar más emblemático que hemos compartido.

El Flaco presente. Ahora y Siempre.

Ricardo Leyes
30-09-2018

Facebook/Claudio Di Rosa -Pablo- Presente

 

 

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