Militante del PRT. Detenido-desaparecido por el Terrorismo de Estado el 22 de septiembre de 1976. Sus restos fueron recuperados por el EAAF en mayo de 2010
De nacionalidad francesa, Yves, el mayor de nueve hermanos, nació en París, Francia, el 8 de agosto de 1954. Próximo a cumplir cinco años de edad, su familia se radicó en la Argentina en el mes de julio de 1959; sus padres y la mayoría de sus hermanos retornaron a Francia en octubre de 1974 y él permaneció en el país que había elegido para hacer su vida y para cursar la carrera de Ingeniería en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Impregnado del fervor político de la época, Yves comenzó a militar, primero en el marco de la Universidad y luego en las filas del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Después del golpe de estado del 24 de marzo de 1976, obligado a la clandestinidad por la represión imperante, viajó en el mes de setiembre a la ciudad de Rosario para cumplir con una actividad encomendada por el PRT, por un breve lapso de tiempo, anticipando a su único hermano radicado como él en Buenos Aires que retornaría pronto. Pero nunca volvió. Testimonios coincidentes, algunos de ellos anónimos y otros de militantes populares que compartieron con él sus últimas actividades, permiten reconstruir los hechos: Yves, junto con su compañera Cristina, apodada "La Mexicana", fueron interceptados y detenidos por una patrulla del Ejército argentino y llevados ilegalmente al interior la base militar "Batallón 121 de Comunicaciones", de Rosario. Frente del Batallón 121 de Comunicaciones, en la ciudad de Rosario, donde estuvieron secuestrados Yves y Cristina.
Pese a los incontables trámites realizados por su familia ante los gobiernos de Argentina y de Francia, organismos internacionales, humanitarios, religiosos y otros, así como ante el Papa y autoridades y legisladores de los Estados Unidos de América, todo ello acompañado por una intensa campaña en los medios, jamás se consiguió respuesta alguna de las autoridades argentinas. La detención de Yves y de Cristina nunca fue reconocida por la Junta Militar que usurpaba en aquel entonces el poder, pese a los recursos de “habeas corpus” interpuestos por su padre, quien viajó especialmente a la Argentina para iniciar su búsqueda pocas semanas después de su desaparición.
Hubo que esperar 34 años para completar gran parte de este rompecabezas que es la detención con desaparición y ocultamiento de los restos…
Fuente: YvesDomergue.com.ar