Militante popular detenido desaparecido el por el Terrorismo de Estado el 11 de septiembre de 1976
Armado: 11 de agosto de 2018
Colocación: 11 de septiembre de 2018, Soler 3453 CABA
Recolocación: 11 de septiembre 2023
Soler 3453...
Pasó la lluvia, pasó la primavera...
pasaste vos y dejaste huella
huella en la baldosa,
baldosa de mi pueblo
que paso a paso sigo recordando
como gotas rojas pintadas en el camino de mi pueblo
Volviste... con la mirada fija, cansada y me encontraste
en la misma baldosa pintada
cuidada por tus sueños
Nancy
A los 19 años fue secuestrado en su casa del barrio de Palermo, frente a su madre, padre, y hermano por una patota del Ejército y la policía. Desde entonces no se supo nada más de él.
La habitación de Eugenio era la principal, la de ventanales grandes, del frente. Desde ahí se escuchaba su guitarra y un Wincofonportátil con el Sargento Pepper´sde Los Beatles, Pedro y Pablo, Almendra, Aquelarre y Vox Dei, entre otros.
Edgardo y Héctor, compañeros inseparables de la secundaria del Vieytes, lo recuerdan con cierto parecido físico a Moris, fumando Particulares y Parisiennes, simpatizante de Independiente, charlando hasta cualquier hora, hablando de política, de filosofía, de la vida, de todo. Eugenio o como también le decían El Gallego o Gaita, Edgardo y Héctor, pasaban su adolescencia ¨puertas afuera¨. Se juntaban con pibes de éste y otros barrios a cantar, tocar la guitarra en la plazoleta del Hospital de Niños. Los encuentros seguían en el bar Los Cocos, la confitería Esmeralda, y duraban hasta la madrugada, a veces hasta las 12, otras hasta las 5. Una prima española que había visitado Buenos Aires en el ´76 recuerda que su padre lo iba a buscar por los cafés y luego ambos volvían riéndose a la madrugada. ¨Era muy alegre, le gustaba la farra, hablaba de la revolución..¨.
El Gallego, como muchos jóvenes de los ´70 era crítico, poeta, músico y revolucionario, sin una militancia orgánica conocida hasta el momento.
En el ´74 terminó el secundario, empezó a trabajar medio día por el Microcentro. Con esos primeros ingresos ayudó a la familia y le compró la primera bicicleta a Daniel, su hermano diez años menor, hoy músico y residente en Barcelona desde el ’89.
En el segundo cuatrimestre del ´75, después de dar una materia previa, arrancó la Licenciatura en Economía de la UBA.
En el ´76 los amigos sabían que la esquina del barrio ya no era un lugar seguro, ni posible, para encontrarse, siguieron los encuentros en una incipiente organización de la Iglesia Ntra. Señora del Valle. En este grupo se produjeron por lo menos cuatro secuestros, el de Eugenio y otros tres compañerxs.
El 10-9-76, a las 22 hs. una patota de civil que se identificó perteneciente al Ejército Argentino y a la Policía Federal, entró a su casa y lo esperó exhibiendo ametralladoras y pistolas a su familia. Finalmente a las 0.15 Eugenio volvió de la Facultad, y apenas entró lo apuntaron con un revólver en la cabeza, lo encapucharon y se lo llevaron en un Ford Falcón blanco.
A partir de esa fecha comenzó la historia de la búsqueda, la presentación de habeas corpus, y la participación de Eugenio padre en las interminables rondas de los jueves.
Héctor y Edgardo esperaban que El Gaita volviera, que era una dictadura más, que pasaría... En el ‘78 se dieron cuenta que no era así.
Hay algún indicio que El Gallego estuvo en El Vesubio o en Puente 12. Su causa está junto a otras de Capital Federal, a raíz de las cuales fueron enjuiciados y considerados culpables por delitos de lesa humanidad, los represores Humberto José Lobaiza, Teófilo Saa y Felipe Jorge Alespeite
El 11 de septiembre de 2018 recuperamos la memoria del Gaita, junto a su hermano y su familia, amigos, y vecinos, colocamos esta baldosa en la puerta de su casa. Eugenio Carlos Pérez Amboage PRESENTE!
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