Baldosas por la Memoria

Al asumir Héctor J. Cámpora el gobierno nacional, un nuevo proyecto elaborado por agrupaciones docentes, estudiantiles y profesionales pertenecientes a la Juventud Peronista se asienta en la Universidad de Buenos Aires. El nombre con el que se la identifica da cuenta de la orientación de ese proyecto: Universidad Nacional y Popular de Buenos Aires. Los contenidos de la enseñanza y de la investigación en todas las disciplinas debían orientarse hacia el desarrollo productivo requerido para el país y para cubrir las necesidades de nuestro pueblo. Las distintas facultades inician planes de estudio destinados a cumplir con estos objetivos. Simultáneamente docentes y estudiantes se insertan en la comunidad para brindar servicios: dispensarios de salud, asesoramiento jurídico, construcción de viviendas.

Raúl F. Laguzzi, bioquímico, docente e investigador es designado Decano en la Facultad de Farmacia y Bioquímica. Acorde al nuevo proyecto universitario con el objetivo de poner a la universidad y a la ciencia al servicio del pueblo propone la creación de una Planta Estatal de Producción de Medicamentos. La Planta contaría con un Laboratorio Nacional de Medicamentos. Este emprendimiento posibilitaría abaratar los costos de los medicamentos y limitar el monopolio de las drogas básicas. En cuanto a la actividad comunitaria la propuesta consistía en la creación de postas sanitarias en barrios populares y en villas de emergencia: atención de farmacia, preparación de recetas, análisis clínicos.

El 27 de julio de 1974 Laguzzi asume como Rector Normalizador de la UNPBA. La noche del 7 de septiembre un explosivo es colocado en su domicilio particular, en el barrio de Caballito, y provoca la muerte de su pequeño hijo. Laguzzi con el apoyo de docentes y estudiantes intenta seguir adelante con el proyecto universitario pero las amenazas a su persona continúan y finalmente él y su esposa deben exiliarse en México.

Raúl y su esposa, Elsa Repetto, en cada 7 de septiembre escriben un texto para el recordatorio que publica Página 12: “En mayo de 2004 y luego de un largo proceso recibimos del Estado una importante suma de dinero en concepto de indemnización por su asesinato. Hicimos entonces público que nos proponíamos donar íntegramente lo percibido a las instituciones dedicadas a paliar los sufrimientos de chicos argentinos víctimas de otro tipo de terrorismo: el de la miseria. Un año más tarde ya hemos ayudado a 20 instituciones repartidas por todo el país. En cada uno hemos hecho lo necesario para que estos chicos con los que compartimos cálidos momentos vean que una vida digna es un derecho natural que se les ha negado, así como se le negó a nuestro hijo el derecho natural a la vida”(7/9/05).

“Hoy hace treinta y tres años que la triple A, grupo armado clandestino del Gobierno de Isabel Martínez de Perón y López Rega mataron a nuestro bebé. El dolor inmenso de su ausencia sigue intacto. Pedimos que nunca jamás haya perdón para los comandatarios y ejecutantes de semejante atrocidad. Tampoco para aquellos que, desde las estructuras gubernamentales o partidarias avalaron este acto, por acción o por omisión” (7/09/07).